miércoles, 26 de octubre de 2011

De panzazo ¿y la tv?

El pasado fin de semana la organización Mexicanos Primero presentó en el marco del Noveno Festival Internacional de Cine de Morelia (http://www.moreliafilmfest.com/) el documental “De panzazo”, en donde se pone en evidencia la severa crisis del sistema educativo nacional.
De panzazo (http://depanzazo.mx/) está hecha a partir de los relatos de las principales voces que articulan el proceso involutivo de nuestra educación, la educación mexicana. Se recogen opiniones de maestros, alumnos, padres de familia, del Secretario de Educación Pública Alonso Lujambio y la Presidenta del SNTE Elba Esther Gordillo. El documental es una calca viviente expresada en 8 milímetros de la vida en las aulas mexicanas.
El filme será un documental que tendremos que ver sí o sí todos aquellos que estemos involucrados en la educación (o por lo menos, los interesados en la educación de nuestros hijos). Esperaremos a febrero de 2012 a verla en cartelera, pues hasta esa fecha será expuesta a nivel nacional.
Cabe mencionar que dicho filme está dirigido por Juan Carlos Rulfo y su Co-director es Carlos Loret de Mola, éste último además de codirigir, relata el documental y realiza las entrevistas a las voces que intervienen y que asimismo se echan la bolita como es la presidenta del SNTE y el Secretario de Educación Pública. Y a propósito de Carlos Loret de Mola, habría que pensar un poco en el papel que tiene la tv en la formación de nuestros niños, me refiero a la basura programática que ofrece Televisa y Tv Azteca. Pareciera que De panzazo omitió un pequeño/gran detalle. Y es que muchos mexicanos, querámoslo o no, se siguen formando y educando (mal) con la televisión.



miércoles, 19 de octubre de 2011

Enseñar la indignación.

La dignidad es una cualidad que se expresa a partir de lo valioso, es un carácter nato del ser humano otorgado únicamente a partir de la autonomía que tiene el sujeto que se sabe sujetado y asimismo lucha dignamente por liberarse. Si bien, la dignidad es un atributo de nacimiento, la indignación se aprende y se enseña solamente a partir de vivir la vida, de alfabetizar el espíritu. La alfabetización no es sólo enseñar a leer y a escribir, es enseñar la indignación, aprender la razón del corazón.

Y es que el pasado 15 de Octubre (http://goo.gl/4llSq) muchos indignados hijos del mundo salieron a las calles para protestar, para exigir, para indignarse. Para hacer ver que otro mundo es posible. El movimiento de los Indignados nació en España el 15 de mayo del presente año con múltiples movilizaciones en aquel país. Para el pasado 15 de Octubre, se estimó que al menos 951 ciudades de poco más de 80 países salieron a protestar y mostrar su indignación; Roma, Bruselas, Lisboa, Londres, Berlín, Nueva York, Buenos Aires, Santiago, Ciudad de México, etcétera.

Los indignados reprochan a los grandes señores de las finanzas, que cuando ganan ellos se lo llevan todo, pero cuando pierden, emerge el socialista ideal de compartición y hacen de su deuda, una deuda pública. Un mundo que genera pobreza, es un mundo injusto; es decir, la pobreza es hija de la injusticia pero para los señores del dinero y de las finanzas, es pobre quien es ineficiente, quien no es digno de la riqueza.

Enseñar la indignación es enseñar a entender lo que ocurre en el mundo, aprender la indignación es actuar en el mundo. Enseñar la indignación no es regalar el pescado al hombre, es enseñarle a pescar. Seamos indignados ante los abusos, las vejaciones, las manipulaciones, las injusticias. Enseñemos que la indignación proviene del corazón con severos destellos de razón.




viernes, 14 de octubre de 2011

El docente para la igualdad de género


El pasado 5 de octubre se conmemoró el día mundial del docente. Esto es a raíz del aniversario de la firma realizada en 1966 sobre recomendaciones de la UNESCO y la OIT en donde se aseguraban las condiciones de trabajo del personal docente.

Para el 2011, los actos conmemorativos se concentraron en: “Docentes para la igualdad de género”. Y sobre esto quisiera escribir un poco, la importancia del docente en la conformación de vínculos de igualdad de género.

En el mundo, tres quintas partes de las personas son mujeres y niñas y dos terceras partes de los adultos analfabetas son mujeres. La UNESCO confirma en su “Informe 2011. La crisis escondida: conflictos armados y la educación” (http://goo.gl/4vTp6) que las niñas siguen representado la mayoría de nuestros infantes no escolarizados. La “Campaña Mundial de la Educación”, analizó la situación educativa en 80 países pobres del mundo (http://goo.gl/AHrhb) y encontró que aún existen 67 millones de menores (53% niñas) que nunca han pisado la escuela. En México por ejemplo, La “Red de Investigadores por la Vida y la Libertad de las Mujeres” señalan que Chiapas es el Estado en donde se encuentra el mayor número de mujeres analfabetas con un 21.8%. La Red de Investigadores reporta que por cada hombre que no sabe leer ni escribir existen dos mujeres en esa situación (http://goo.gl/mY6dq). Los atrasos en educación en países como México son muchos, pero son más devastadores en grupos más vulnerables, como son los pobres y las mujeres.

La igualdad de género no se dice, si no se vive en pareja, en familia, en el trabajo, en el aula. En este sentido, el docente es pilar en la promoción de igualdad de género ya que de él emanan una serie de actitudes que se pueden aprender o catastróficamente reproducir. Siendo más específicos, la igualdad de género se da en las estrategias del aula, las funciones o roles que cada alumno tiene dentro de nuestro centro de trabajo.

El docente para la igualdad de género debe comunicarles a sus alumnos los derechos que como ciudadano tienen, sólo a partir del conocimiento de los derechos, los pobres, las niñas y mujeres podrán exigir sus derechos.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Sobre las competencias en la educación, la espada o el nudo.


“El ejemplo de acción que simplifica todo lo aporta la espada de Alejandro que corta el nudo gordiano que nadie había sabido desatar con sus manos. Ciertamente, la acción es una decisión, una elección, pero es también una apuesta.” (Morin E.)

La puesta pedagógica-administrativa para innovar las prácticas educativas en México y en gran parte del mundo occidental se ha llamado Educación Basada en Competencias. Por ejemplo, en México durante el 2004 se realizó la Reforma en Educación en preescolar, en secundaria fue en el año 2006 y las Reformas Educativas en primaria y bachillerato fueron en 2008.

El enfoque por competencias tiene una serie de planteamientos y los podríamos identificar a partir de tres rasgos fundamentales, el primero de ellos es que el Enfoque por Competencias funge como reacción en contra de los aprendizajes academicistas frecuentes en las prácticas educativas tradicionales que no tienen valor de aportar capacidad alguna al sujeto porque, una vez memorizados y evaluados se erosionan en la memoria o se fijan como una mera erudición, es decir, la estructura del currículum en base a las competencias es darle funcionalidad a los aprendizajes. El segundo rasgo fundamental en el enfoque Basado en Competencias está en buscar la estructuración y conformación de acurdo con el referente de las competencias a desempeñar en el puesto de trabajo, en este caso es la única fórmula para conseguir la finalidad de la formación; en este sentido, el uso del saber hacer es lo prioritario, relegando la acción de las competencias a acciones mecánicas de utilidad para el trabajo. Y el tercer rasgo que podríamos identificar en esta propuesta pedagógica-administrativa estaría en función de las metas de la educación en relación a la funcionalidad y aplicación de los aprendizajes, refiriéndose a que todo lo aprendido pueda ser empleado como recurso o capacitación adquirirá en el desempeño de cualquier acción humana, no solo en las de carácter manual sino en las conductuales. Pedir competencias bajo estas metas es reclamar efectividad y eficiencia de lo que se pretende en la educación. Acomodar el discurso y tratar de diseñar y desarrollar el currículum con la referencia de las competencias desde esta perspectiva, no va más allá de poner énfasis de lo que se dice querer conseguir. El logro, la finalización y obtención de resultados tangibles dentro de las metas de la educación.

Me atrevería en considerar que al enfoque basado en competencias se le ha ido anexando tímidamente una visión más progresista que apunta sobre la reflexión epistemológica de saberes y asimismo la formación en ciudadanía. Se le deberá seguir el rastro a esta tendencia porque no sólo se debe educar para el trabajo (rasgos anteriores mencionados), sino para las complejidades de la vida misma y de la vida en democracia.

Las competencias pueden ser un respiro de los viejos/nuevos tradicionalismos educativos si como educadores intentamos resetearnos, es decir, desaprendemos y cortamos viejos vicios antipedagógicos y empezamos a enseñar aprendiendo, las competencias pueden ocupar el espacio complejo que ha separa a la escuela del individuo, del trabajo y de su comunidad democrática. Pero asimismo, el planteamiento bajo competencias puede ser el mismo nudo gordiano tecnologizado si ante los cambios nosotros los educadores nos pasmamos bajo la desesperanza de no innovar, de no cambiar. Colosal encargo el de la educación y de sus educadores, fungir como espada o como nudo, resetearse o pasmarse, ahí radica la cuestión pedagógica.