jueves, 28 de abril de 2011

El Nuevo Orden Laboral. Implicaciones por competencias

El Nuevo Orden Laboral. (Denle Clíc, un video muy bueno sobre el capitalismo rápido/Neoliberalismo les espera para que lo vean).

El viejo capitalismo se sustentaba principalmente en la producción masiva de bienes de consumo por parte de grandes empresas (Ford company, Coca-Cola company, General Electric, etc.). Los trabajadores contratados, de los que sólo importaba sus habilidades operativas, únicamente tenían que seguir las directrices y llevar a cabo autómatamente una parte del proceso de producción, pues no era necesario que se entendiera en su conjunto toda la producción.

Hoy, la perfección se convierte en estándar y el cambio en normalidad.

“En el mundo desarrollado actual, la supervivencia económica depende de < (Gee, Hull y Lankshear. 2002, págs. 54-55).

El capitalismo rápido o neoliberalismo se concentra en el diseño, la producción y la comercialización de bienes de alta calidad. Este cambio de producción, implica nuevas prácticas laborales, pues el neoliberalismo está dinamizado por factores como una:

muy intensificada hipercompetencia global, cambios tecnológicos masivos y las demandas y deseos de unos consumidores cada vez más sofisticados. Estos factores obligan a todos a competir, sobre la base de unos productos y servicios cada vez más perfectos e individualizados, para obtener clientes con una capacidad cada vez mayor de discriminación y conocimiento.” (Ibídem. P. 55).

Estos elementos obligan a todas las empresas a competir sobre la concentración de unos productos y servicios cada vez más perfeccionados e individualizados. Por ejemplo, Apple, el 04 de abril de 2010 lanzó al mercado la tableta iPad[1], la cual es una pantalla táctil de 9.7 pulgadas, en donde el acceso a Internet es sumamente fácil (claro, si se tiene un servidor o compañía de acceso a Internet), reproduce video, Tv, audio. Almacena archivos como fotografías, PDF, Word, etc. El consumidor puede hacerse de un sinfín de aplicaciones diseñadas para sus necesidades, como son artículos de productividad, juegos, libros, programas para llevar una vida más saludable, etc. Los precios de descarga pueden variar entre los $10 pesos mexicanos y el límite lo pondrá el consumidor, ya que entre más se venda (o se descargue) dicha aplicación, el precio subirá o disminuirá, pues en función de la demanda se ubicará el valor agregado de conocimiento de dicha aplicación. Su capacidad de almacenaje puede variar de entre los 16GB, 32GB y 64GB. Utiliza un chip A4 de 1 Ghz diseño expreso de Apple. Utiliza batería recargable de polímero de litio de 25 watt por hora integrada, es decir, puede durar en uso de navegación hasta 10 horas. Tiene entradas y salidas para puerto dock, ficha de auriculares estéreo, bocina integrada, micrófono. Cuenta con sensores inteligentes para identificar la luz natural y ajustarse y así no lastimar la vista. El martes 05 de octubre de 2010, Microsoft, principal rival comercial de Apple, anuncia el lanzamiento de su tableta PC con Windows para la temporada Navideña de ese mismo año[2]. También, la empresa BlackBerry lanzó su tableta el 28 de septiembre de 2010. Así que tal vez, en un futuro no muy lejano, las tabletas sean los nuevos libros y cuadernos de muchos de nuestros estudiantes. Y se podrá ver en un salón de clases desde el pionero iPad hasta la nueva empresa china creadoras de hardware y software novedosos. O tal vez no. Dependerá de los consumidores de dicha elección, y de los productores perfeccionar dicha tableta u otro producto novedoso.

Aquí también surge un dilema en el nuevo orden laboral, y es que la concentración del trabajo en actividades industriales tradicionales como lo demostró Chaplin en su película Modern time (1936) es cosa del pasado. Hoy, el contenido concreto de trabajo social se ha diversificado extraordinariamente. Por ello, la clase trabajadora, esencial en el capitalismo rápido o neoliberalismo, debe entenderse hoy en un sentido mucho más extenso que el de los asalariados tradicionales, para incluir no solamente a los trabajadores productivos explotados directamente por el capital, sino a los trabajadores improductivos (podrían ser los ahora también llamados analfabetas tecnológicos) ocupados en sectores industriales y no industriales, así como aquellos estratos de la sociedad cuya actividad se encuentra vinculada y asimismo subordinada a los intereses y fluctuaciones del capital (como por ejemplo, los comerciantes y no forzosamente los legalmente establecidos). Desde luego, dentro de la clase trabajadora no sólo entran los que cuentan con habilidades operativas, sino aquellos que tienen distintas experiencias y conocimientos del más variado tipo y diferentes habilidades operativas e intelectuales (competencias laborales). Aunado a este dilemático cambio en el nuevo orden laboral, nos encontramos con una masa de desempleados o semi-desempleados, que resulta uno de los efectos sociales más negativos de la internacionalización económica o globalización neoliberal de nuestros días[3]. La expansión de esta masa de desempleados, la cual, conforma la clase inactiva de la clase trabajadora, es un retoño visible de las transformaciones tecnológicas de los últimos tiempos y de la atípica acumulación del capital mundial[4].

Aunque las exigencias y condiciones concretas de trabajo y de vida para muchos de los nuevos trabajadores de la automatización y de los servicios sean muy diferentes en ciertos aspectos (como podría ser trabajos menos angustiantes y crueles que las del trabajador del viejo capitalismo), su vivir es análogo en la medida en que están sometidos a la misma lógica capitalista. Más allá de las mejores o peores condiciones de vida (American way of life), los nuevos sectores de trabajadores sometidos directa o indirectamente al capital son dependientes a las mecánicas formas de trabajo y objetivos de producción y operación definidos unilateralmente por los propietarios de los medios de producción y de ninguna manera por los colectivos de trabajo. En realidad, el nuevo orden laboral radica en los avances tecnológicos a raíz del nuevo uso del conocimiento y los medios de producción (entendidos estos como la tercera revolución industrial, la informática y los microchips), también estos en los nuevos roles que asumen los trabajadores cada vez más participativos y en papeles de dirección en ambientes donde los centros de trabajo se han convertido en proyectos de colaboración y no así en el trabajo como liberador de competencias clave en virtud de la autonomía y de la democracia como forma de vida; pues la autorealización en el capitalismo rápido se lee desde la subordinación del conocimiento hacia el consumo mercantil.



[1] Dicha información, está al alcance de un clic internauta del consumidor en: http://www.apple.com/mx/ipad/ (Consultada el 05/10/10).

[2] Véase: http://www.milenio.com/node/546080 (Consultado el 05/10/10).

[3] Por ejemplo, en México se habla de 7 o más millones de jóvenes que no tienen un futuro, o si cuentan con él, éste es desesperanzador, desolador y penoso. Es una generación marcada por la desilusión a la que se denomina “NINIS”, precedida por los “EMOS” y la “generación X”. Véase: http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/76179 (Consultado 06/10/10)

[4] En cifras dadas por el BM, en México se agudiza la concentración del ingreso, es decir, la décima parte, los más ricos acaparan el 41.3% de la renta total nacional, y la población más pobre recibe 1.2%; la diferencia de ingresos es de 34 veces entre ambos. Véase: http://www.jornada.unam.mx/2010/04/21/index.php?section=economia&article=024n1eco (Consultado el 21-abr-10).