Dice un viejo proverbio que más vale enseñar a pescar que regalar peces. Pocos se opondrían ante tal afirmación, pues el proverbio apela a la educación por encima de la limosna, a la enseñanza de algo que de alguien aprendimos por arriba del regalo comprado. Enseñar a pescar implica desprenderse de un saber (y aprehender en el mismo momento), de las mañas y peripecias de un oficio, de los hábitos acuñados, del respeto a la naturaleza y entregarlo a alguien con amor.
Pero… ¿qué pasa si el rio en donde se pesca ha sido comprado por alguien que nos prohíbe aprender a pescar? O ¿qué pasa si el río ha sido envenenado por los deshechos de la Globalización como en Wirikuta (http://bit.ly/rS71Sf)? Es decir, ¿qué pasa, si pasa lo que está pasando?
Un buen regalo para esta Navidad sería enseñar a delirar-razonadamente, andar un poco locos por la vida pensando que las cosas pueden ser de otro modo pero conscientes de que en este momento no lo son, a pensar en utopías realizables en donde todos los jóvenes puedan tener acceso a la educación, y que todo estudiante egresado pueda encontrar un empleo digno. Un buen regalo para Navidad sería fomentar la esperanza en que como familia tal vez no lo podamos todo, pero haremos todo lo posible por hacerlo. Un buen regalo de Navidad es enseñar todo lo que de alguien hemos aprendido y aprender con alegría lo que nos depare la vida.
Estas fechas son un excelente momento para reflexionar personalmente de todos los aprendizajes del año. Si no aprendemos de nuestros errores, nuestros delirios-razonables, utopías, esperanzas y enseñanzas serán poco fértiles. Reflexionar y aprender de nuestros errores es uno de los mejores regalos que nos podemos dar para esta Navidad. También una bonita bufanda tejida va bien con la reflexión.
Un buen regalo para esta Navidad sería enseñar a delirar-razonadamente, andar un poco locos por la vida pensando que las cosas pueden ser de otro modo pero conscientes de que en este momento no lo son, a pensar en utopías realizables en donde todos los jóvenes puedan tener acceso a la educación, y que todo estudiante egresado pueda encontrar un empleo digno. Un buen regalo para Navidad sería fomentar la esperanza en que como familia tal vez no lo podamos todo, pero haremos todo lo posible por hacerlo. Un buen regalo de Navidad es enseñar todo lo que de alguien hemos aprendido y aprender con alegría lo que nos depare la vida.
Estas fechas son un excelente momento para reflexionar personalmente de todos los aprendizajes del año. Si no aprendemos de nuestros errores, nuestros delirios-razonables, utopías, esperanzas y enseñanzas serán poco fértiles. Reflexionar y aprender de nuestros errores es uno de los mejores regalos que nos podemos dar para esta Navidad. También una bonita bufanda tejida va bien con la reflexión.
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